Tos

La tos es una respuesta protectora del organismo que mantiene despejadas las vías respiratorias ante la presencia de partículas involuntariamente respiradas, por ejemplo humo de tabaco, polvo, etc. Ciertos sensores localizados en las mucosas de la tráquea y los bronquios se estimulan ante la presencia de estos irritantes y se produce el reflejo de la tos. Dicho estímulo ayuda, en la mayoría de los casos, a que los microorganismos, partículas, moco u otras secreciones sean eliminados de las vías respiratorias.

La tos se clasifica en:

• Aguda - si aparece súbitamente
• Crónica - si dura más de tres semanas
• Irritativa (seca) - cuando no hay expectoración
• Húmeda (productiva) - cuando hay acumulación excesiva de moco espeso y pegajoso

Por ejemplo, los fumadores habituales padecen de tos crónica y ésta suele ser una tos irritativa. La tos es un síntoma que acompaña diferentes afecciones de las vías respiratorias como consecuencia de fumar, de la presencia de un cuerpo/objeto extraño o por alergias, asma, bronquiectasia, infecciones respiratorias (resfriado, bronquitis, neumonía), enfermedad por reflujo, psicógena o como efecto secundario de ciertos medicamentos, entre otras causas.

Contrariamente, en la tos húmeda los expectorantes son muy usados para ayudar a fluidificar el moco y que éste pueda ser expulsado con mayor facilidad.

Una revisión y un cuestionario cuidadosos por parte del médico pueden determinar la o las causas y el tratamiento más conveniente.

Es importante siempre consultar a su médico.